Cambios de color, rotaciones, estelas y otros muchos efectos son los que podremos disfrutar con nuestros productos voladores. Desde las pequeñas avispas que giran echando chispas mientras salen despedidas al cielo a poca altura, hasta los grandes torbellinos que suben a gran altura dejando una estela de chispas para terminar en una pequeña explosión.
Por el tipo de efecto que realizan estos productos, debemos tener en cuenta que el espacio donde los dispararemos tiene que ser amplio y sin obstáculos dependiendo del tamaño del producto. Los más pequeño como las avispas o las mariposas no necesitan tanto espacio, sin embargo, los torbellinos o los paracaídas sí que necesitan un lugar más amplio.
No hay que confundir los efectos voladores con los cohetes. Estos últimos tienen dos tipos de carga, la de ascenso y la del efecto que realiza el cohete, además de un palo que sirve de guía para su ascenso. Por otra parte, los efectos voladores suelen tener una única carga que al ser quemada produce un efecto de giro intenso que eleva el producto a modo de helicóptero.
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